LA PASION COMO UNA VENTAJA COMPETITIVA PARA EL EMPRENDIMIENTO

 

La pasión es un componente psicológico que orienta, mantiene y determina la conducta de una persona, es la fuerza que nos hace actuar, que nace en nuestro interior,  que nos  motiva a seguir adelante,  a querer hacer las cosas bien, a disfrutar lo que hacemos cada día;  en términos de emprendimiento es la  energía poderosa, la determinación que se  alimenta por la ilusión;  es el motor fundamental para transitar el día a día de nuestro empresa, es la cualidad que nos ayuda a superar los altibajos,  los cambios y las distintas barreras que encontramos al llevar a cabo un proyecto.

 

Cuando iniciamos un negocio debe existir en nosotros un deseo, un entusiasmo, una emoción intensa por llevarlo a cabo, de tal manera que no sea aburrido leer un libro, llevar un blog, escuchar noticias relacionadas con el tema, informarnos, capacitarnos y adquirir mayor conocimiento sobre el producto o servicios que ofrezcamos.

 

El arma secreta de un empresario exitoso es amar lo que hace, esto se verá reflejado en su trabajo y tiene ventajas competitivas, sus clientes se darán cuenta, sentirán y se contagiarán de esa pasión.

 

Cuando una persona trabaja con pasión se nota y se siente, se ve en su forma de caminar, en su forma de hablar, su rostro muestra alegría y entusiasmo; nada puede detenerlo, sabe que sus sueños están al otro lado de sus temores, por lo que fácilmente y sin quejas busca como superarlos; se adapta a un entorno cambiante y hace de los cambios una oportunidad de aprendizaje e innovación.

 

El emprendedor necesita de la pasión para visualizar un futuro prometedor y ganarse la confianza de los empleados y clientes aún en los momentos complicados, pero, a pesar de que la pasión es un ingrediente fundamental en el emprendimiento no es suficiente, no se trata de cegarse y confiar que lo que nos apasiona siempre será un negocio rentable. Debemos ser lo suficientemente inteligentes para determinar cuándo seguir y en qué momento parar para redefinir el rumbo. Jeff Bezos fundador de Amazon, confiaba en su negocio y luchó con pasión, aun cuando operó por varios años sin obtener utilidades y hoy en día es una de las empresas más innovadoras y exitosas que está revolucionando diversas industrias.

 

Lo anterior significa que, además de la pasión, se necesita un plan de acción y conocer el mercado con sus competidores, consumidores y posibles fluctuaciones.   El camino de un emprendedor nunca es certero, pero si se lucha con pasión por alcanzar el éxito, jamás nos arrepentiremos de haberlo intentado.

 

Cuando iniciamos un negocio es muy importante aprovechar el tiempo y aplicarlo en una sola dirección, en un objeto, y de seguro triunfaremos; hay que evitar disparar para todas partes, que es un error muy común, porque terminamos gastando recursos de tiempo, dinero y energía y quizá no veamos avance en ninguna de las iniciativas.

Para trabajar en la pasión por nuestro negocio se pueden tener en cuenta algunas estrategias como: definir qué es lo que realmente nos gusta hacer, enfocar nuestra vida en función de nuestros sueños e incorporar esos sueños en nuestro diario vivir, la pasión es nuestra responsabilidad, por lo tanto, debemos hacer que exista, por eso es necesario que nos conozcamos muy bien para identificar qué nos motiva, cuál es nuestro propósito.

 

Una vez hayamos identificado la motivación o propósito, debemos tener una visión de futuro en nuestro negocio, para lo cual debemos preguntarnos cómo visualizamos nuestra empresa en cinco o 10 años en términos de reconocimiento, de los principios que nos regirán, los productos y precios que ofreceremos. la innovación que implementaremos y cuál será nuestro factor diferencial.

 

Con las metas ya establecidas, ahora es necesario revisar que hagan juego con el presupuesto y la inversión destinada a la empresa, para que sean coherentes y alcanzables; si no tienen relación se deben ajustar, púes la sola planeación sin inversión no logra la meta.

 

Cuando lleguen los momentos difíciles, la frustración por no alcanzar los objetivos, es necesario volver a revisar nuestras metas, recordar qué es lo que nos apasiona, revisar nuestros sueños y tomar las fuerzas necesarias para modificar el mapa de ruta en dirección diferentes y con nuevas estrategias.

Si logramos despertar pasión por nuestro negocio nunca nos vamos a sentir desmotivamos, no importa cuantas dificultades debamos enfrentar o cuantas veces debamos fracasar hasta ver consolidado nuestro negocio.