PASION POR EL EMPRENDIMIENTO

 

Si hay algo que tiene asegurado el emprendedor es que muchas veces va a sentir ganas de desistir de su proyecto; incluso aquellos emprendedores que tienen su proyecto completo: ofrecen un producto que el mercado necesita, tienen el conocimiento necesario y están los recursos para llevarlo a cabo, el negocio muestra ser rentable, pero pasa algo y desisten, justamente porque les faltó un ingrediente fundamental: pasión por el proyecto.

 

La pasión por emprender se define como una energía, una determinación que está alimentada constantemente por la ilusión de conseguir algo. Es el motor imprescindible que nos permite avanzar día a día por la ruta del emprendimiento y que ayuda a superar las constantes fluctuaciones del mercado, los cambios y los obstáculos que aparecen día a día.

 

Durante la puesta en marcha del emprendimiento, es necesario tener esa pasión que permita hacer frente a las adversidades, porque emprender no es una tarea fácil, y por más que nos guste lo que hacemos, siempre habrán situaciones que nos incomoden, como una competencia que nos ataca, unas ventas que no logran llegar al mínimo necesario, y unas finanzas que no consiguen su punto de equilibrio; en ese punto, lo que nos permite avanzar es la pasión por emprender, esa será la energía que nos permitirá avanzar.

 

Pasión es visualizar un futuro prometedor; es ganarse la confianza de los clientes y los colaboradores, es pensar una y muchas veces en diferentes caminos para alcanzar las metas y es visionar las oportunidades; claro está, sin cegarse y pensar que lo que nos apasiona va a ser siempre un negocio muy rentable. Como emprendedores debemos ser inteligentes y advertir cuando debemos redefinir el rumbo o seguir y es por eso que además de pasión, es necesario tener un plan de negocio definido y una ruta que se pueda modificar según las variaciones del mercado.

 

Es la motivación que plasmamos en el plan de trabajo, la que nos genera la pasión necesaria para continuar aún en momentos de dificultad, es la energía que nos trasmite visualizar los objetivos lo que nos impulsa a seguir trabajando diariamente, es la posibilidad de alcanzar las metas trazadas lo que nos motiva  a intentarlo una vez más y son los pequeños logros capitalizados, lo que nos permite renovar nuestras ganas de trabajar arduamente en el proyecto empresarial.

 

Concluimos entonces que los emprendimientos deben tener un sustento denominado planeación, que debe estar escrito claramente, y que es el primer insumo para que nazcan nuestras fuerzas de trabajo continuo y es claro también que las ganas, motivaciones, energías apalancadoras y fuerzas extraordinarias nacen cuando confiamos plenamente en que lo que soñamos es posible si nos damos la oportunidad de avanzar de a poco, pero sin parar.